20061001

Jazz y Terapia

Hace tiempo que no escribía en este blog. A cambio hice algo en el otro.
He estado un poco disperso y eso se ha notado en muchas de las cosas que hago día a día. Sin embargo, el actuar de manera desestructurada no es para nada malo como se cree desde el discurso dominante del estructuralismo y desde el canon de la estabilidad que seguimos todos locamente por la vida.
Estas semanas de relajo e improvisación me han servido muchísimo; me encataría poder improvisar sobre los conceptos todo el tiempo. Como lo he hecho durante estos días y como lo hago en la banda en que participo: Nastraiàn.


Y con respecto al tema que aborda este blog; declaro que me encantaría poder hacer terapia así como Charlie Parker, Ornette Coleman y el Gran John Coltrane hacían Jazz.

Parker, padre del increible Bebop dijo alguna vez: "...La música es tu propia experiencia, tus pensamientos, tu inteligencia. Si no la vives, no brotará de tu instrumento...".
Y así mismo, Coleman, uno de los padres del majestuoso jazz de vanguardia dijo: "...Un día la música será mucho más libre. El patrón de la melodía será olvidado y la melodía misma será su patrón y ya no se verá obligada a adaptarse a lo convencional. La creación musical es tan natural como el aire que respiramos. Creo que la música es una actividad realmente libre y se debe disfrutar de todas las maneras que te sea posible...".
Y sólo por citar una de las tantas y maravillosas frases (entre otras cosas) que nos dejó el Inconmensurable John Coltrane, "...A veces hay muchas cosas que se hacen cuando uno está interpretando música y que nadie las entiende; pero que al analizarlas minuciosamente, se sienten emocionalmente..." y que "...la gente necesita cambios positivos en sus vidas y esto implica liberarse de las estructuras inhabilitantes; la música [postestructuralista] que hemos hecho [entre otros, refiriéndose al disco Ascention], creo que ayuda a que se creen patrones positivos de pensamiento en la mente de la gente...".

Así, estos grandes jazzistas nos demuestran lo fieles que eran a sus intuiciones. No temían correr riesgos y se negaban al sometimiento que implicaban las reglas de la teoría musical convencional. Al permitirse tocar con total libertad, nos liberaron a nosotros, su público, de la condena a quedar estancados en lo ya tan escuchado y abrieron las puertas a cambios vertiginosos en sus ideas y su sensibilidad.


En Suma: esencialmente, ellos se utilizaron a sí mismos como agentes de cambio de "segundo orden" como diría Watzlawick. Creo que al utilizar los métodos de improvisación compuesta de Parker, Coleman y Coltrane (entre otros), nosotros, desde la posición de terapeutas enmarcados en una sólida base teórica y técnica pero a la vez libre, desprejuiciada y sin expectativas en la práctica, encontraremos formas más creativas, divertidas y productivas de trabajar con las familias y la gente en general.