20051228

Correlaciones Internas

Para entender lo que vemos "afuera", es preciso relacionar la actividad del sistema nervioso consigo mismo y por lo tanto considerarlo un sistema cerrado. Así, las correlaciones serán internas.
Durante mucho tiempo se pensó en el sistema nervioso como un procesador de información, que recibía entradas informáticas (input) y generaba respuestas adecuadas del organismo en cuestión (output). Por lo tanto sería la fuente de información localizada en el mundo externo quien modifica la estructura del organismo, de tal manera que se generara una respuesta (conducta) adecuada a la situación que allí se estaba viviendo.
Sin embargo, prefiero adherir a otra mirada; otro paradigma.
Cuando algo perturba algún receptor externo (ubicado en la mano, en la retina, en nuestros pies, en nuestra lengua, etc), estimula una actividad que está contenida en la estructura del mismo receptor y no en ese algo que provocó la perturbación, no en la estructura del mundo.
Este mundo exterior, sólo puede gatillar perturbaciones que estarán determinadas por la estructura del sistema que está siendo perturbado. Así, el sistema nervioso aparece como una red estructuralmente determinada con su propio modo de operar, los cambios que ocurrirán en él, son sólo gatillados por un "estimulo" externo, jamás determinados o definidos de manera unilateral, es el mismo sistema nervioso que calculará sus transiciones de un estado a otro. De esta manera, para el sistema nervioso, no existe un dentro y un fuera; sino que una interminable danza de correlaciones internas en una red cerrada de elementos interactuantes... las distinciones de interior y exterior, existen, sólo para el observador que está haciendo las distinciones, no para el sistema.
El sistema nervioso nervioso opera como una red cerrada de correlaciones cambiantes de actividad neuronal que cada vez llevan a sucesivas correlaciones cambiantes de actividad neuronal.

20051225

Epistemología para la Vida

Necesitamos tener urgentemente una claridad sobre la epistemología fundamental de nuestras vidas. Si bien el término puede sonar rebuscado, sólo es porque no hay familiaridad con él.
La Epistemología se podría definir como la doctrina de los fundamentos de un cierto conocer, pero prefiero pensarla como algo más cercano, prefiero pensar que es la Epistemología el término que engloba un proceso tan complejo y tan cotidiano como es el conocer... y no hago la distinción desde el conocer en un sentido estricto de adquirir información metódica o instrumental, sino que me refiero al experienciar de la convivencia en la cotidianeidad del diario vivir que se nos abre en los distintos roles que hemos elegido.
Muchos de nosotros tenemos que participar en diversos roles, podemos ser psicólogos, músicos, ingenieros, médicos, docentes, cientistas políticos, publicistas, diseñadores, hermanos, hijos, sobrinos, vecinos, amigos, alumnos, consumidores, amantes, enemigos, compañeros, viajeros, etc. Pero sin duda alguna hay un rol que siempre está presente, porque por sobre todo, somos observadores (experienciadores).
Y podemos hacer otra reflexión desde aquí, La forma en que experienciaremos definirá inevitablemente el formato de nuestras respuestas en cualquiera de nuestros ámbitos de acción. Es aquí donde entra mi llamado a hacer conciente la Epistemología que está a la base de nuestro experienciar, ésta definirá la pauta relacional que utilizaremos en nuestras vidas y por lo tanto la calidad de nuestro convivir. Si estamos concientes de cómo vivimos, podremos hacernos responsables de lo que nos pasa y tendremos la posibilidad de cambiar la organización de significados personales que puede estar, quizás, no tan adecuada al momento actual de nuestro desarrollo vital.
Démosnos la oportunidad de ver lo que vemos.