Sin duda alguna el concepto es potente: “psique”, el acto primero de todas las cosas. Nos faculta para que podamos sentir y percibir. Cualquier acción de la conciencia se podría concebir dentro de la mente (Murphy, 1971); esto nos marcó profundamente como linaje, en todo dominio de acción.
[1] En donde la unidad es lo indivisible y lo básico del concepto de humanidad. Donde la unidad orbita en un mundo de relaciones, secundarias a la existencia de éste. Donde la unidad está predeterminada ‘desde dentro’ por su estructura y las características de ésta.
[2] La creación de documentos históricos como una práctica utilizada por cierta sociedad para dar estatuto y elaboración a una masa ideológica determinada. Sin embargo los documentos no dejan de ser textos (orales o escritos) susceptibles de ser empleados como datos, en algún grado, fidedignos para probar o ilustrar algo; así se hace necesaria la irrupción de la ‘historia’ junto a esa sociedad, manifestándose mecanismos de eternalización, para poder monumentalizar los documentos (Foucault, 1970). De esta forma obtenemos una estructura de pensamiento definida, construida, objetivada y memorable de lo que en algún momento fue sólo una idea más.
[3] Si pensáramos en los discursos sociales en la historia como en las capas de una cebolla (Anderson, 1997) (en el idioma alemán, el concepto ‘Historia’ tiene cinco términos diferentes. Uno de ellos que vendría siendo algo así como la ‘historicidad de la historia”: Geschichte, éste término entrega los matices lingüísticos como para entender la historia como en la metáfora de la cebolla, capa a capa).
2 comentarios:
Muy interesante su artículo maestro. Es una visión ilustrativa del desarrollo histórico, pero en atención a la intención a abarcar un espectro amplio de esta historia creo que es importante destacar que la expresión documentada de la cultura, sean teorizaciones profundas o superficiales, representa una parte de la historia histórica pero no todo y creo que las "otras historias" como la tradición de lenguaje hablado e interrelaciones históricas son muy importantes también. De lo que ud dice creo que lo que más me queda es que cuanto podemos nosotros hacer hoy en documentalización de nuestra cultura es siempre valorable en si mismo pero será finalmente el devenir sociocultural el que determinará la monumentalización de esos trabajos. Es una idea interesante.
Gracias.
Sin embargo, decláreme iluso, pero creo que podemos (y estamos en nuestro derecho y deber moral y político) intervenir en la suerte de los diversos documentos (alternativos o no) y monumentos que actualmente se encuentran archivados en las distintas culturas dominantes. Porque de éstos dependen muchos de los discursos que actualmente se practican y de éstos depende el surgimiento de los diversos contextos que sustentan las prácticas preferidas de la sociedad actual.
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