20060403

Formemos una Familia: La Pasión de Vivir Juntos


¿Qué es la familia?
Después de tener algunas experiencias trabajando con familias y documentarme un poco al respecto, podría intentar responder a mi inquietud.
La familia es un ámbito de convivencia generado por un grupo de personas bajo la pasión de vivir juntos. Este dominio de acción, se fundamenta en el amor como condición de posibilidad y se realiza desde el deseo de la cercanía en la confianza y aceptación mutua, como un espacio nuevo de colaboración y coparticipación en el compartir de diversas experiencias, entre ellas, la ternura y la sexualidad.
La sexualidad tiene mucho que ver con la aceptación de la cercanía corporal del otro y el disfrute de ésta. Si bien, la relación sexual vendría siendo sólo un extremo de este largo continuo cualitativo, existen muchas otras instancias en las cuales la sexualidad se hace presente en las vidas y relaciones de nosotros y de los demás; sobre todo cuando aceptamos la legitimidad corporal del otro: desde cuando sostienes a un bebé, le das la mano a un hermano o cuando te abrazo.
La ternura tiene mucho que ver con el acogimiento que deja ser al otro en su total legitimidad en la cercanía de uno. Un acto levemente protector de un hermano hacia otro, es un acto de ternura. La ternura está presente cada vez que se ve al otro en su legitimidad cualquiera sea su condición.

¿Cómo conservar una familia?
Si existe motivación para conservar o recuperar a la familia. Es necesario utilizar ese deseo para poder recuperar las dimensiones o ámbitos que definen al sistema como tal. Su organización familiar en sí. Si eso sucede, la familia reaparece como un dominio de acción de acogimiento mutuo, de bienestar, de colaboración y de coparticipación desde el placer de la compañía, sin exigencias ni recriminaciones que limiten u obstruyan el ser en su hacer en la convivencia cotidiana.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Comparto con usted la importancia del tema que propone. Sin embargo discrepo en la frase: "...la familia reaparece como un dominio de acción de acogimiento mutuo, de bienestar, de colaboración y de coparticipación desde el placer de la compañía, sin exigencias ni recriminaciones". Yo creo que la familia esta constituida en su base como un elemento de continuidad en el desarrollo de la vida humana en cuanto a su organización de menor a mayor complejidad y creo, además, que el placer de la compañía no se goza exento de exigencias, pues en su conformación básica, la familia necesita exigencias como el compromiso (sea implícito o explisito) de orientación hacia un bien comunitario, que es el bien del mismo sistema "familia" y que determina su autosustentabilidad y que es un compromiso basado en la tolerancia y aceptación de situaciones que incluyen recriminaciones y precisamente las mismas exigencias que permiten su estabilidad interna. Es decir, las exigencias y recriminaciones formarían parte del sistema mientras esten dadas en un contexto adecuado.

Irkaahn-Oberek Zortsung dijo...

Excelente acotación mi querido Fiono. Sin embargo si estas exigencias y recriminaciones forman parte de la organización del sistema en sí, fundan y mantienen la organización y por lo mismo carecerían de sentido sentirlas como algo impuesto u opresivo para los integrantes del sistema. Sería como si nos pesara o nos limitara la autopoiesis!
El sistema opera desde su organización y si estas exigencias y recriminaciones son parte de la organización familiar, no tendría porqué sentirce distintas a lo que son.
Sin embargo, es una cuestión a nivel del observador, si uno prefiere, hace las distinciones.